Este proyecto surgió a partir de la aplicación exitosa para los fondos del Global Partnership Award de la Universidad de Carolina del Norte Chapel Hill, (https://global.unc.edu/partners-programs/funding-for-partnership-activities/global-partnership-awards/). Esta aplicación fue realizada por Maja Jeranko, estudiante doctoral del departamento de Antropología de UNC-Chapell Hill, junto con Dayuma Albán y Florencio Delgado (profesores de la carrera de Antropología de la USFQ). Los fondos otorgados por el Global Partnership Award UNC-Chapell Hill, en abril del 2022, representan $1530 USD, mientras el área vinculación de la USFQ aportará con $240.03. En este proyecto, la Dra. Dayuma Albán y el Dr. Florencio Delgado, colaborarán con Maja Jeranko, para realizar actividades con 10 estudiantes de la USFQ (carrera de Antropología) en Don Juan, Manabí. Esta localidad fue impactada por el terremoto del 2016, el fenómeno del Niño, de la Niña y la pandemia del Covid-19.
En Don Juan se realizará un taller con la comunidad sobre la memoria de mencionados desastres y la importancia de reflexionar sobre los mismos de manera colectiva. Además, los estudiantes harán voluntariado en la biblioteca comunitaria dirigida por la fundación sin fines de lucro A Mano Manaba, creada a partir del terremoto del 2016. El Dr. Delgado dará un taller para la comunidad sobre la arqueología de la región, los desastres en el pasado precolombino y la importancia de preservar el patrimonio material. Además, se realizarán actividades para revitalizar la cultura local. Los estudiantes de la USFQ realizarán trabajo etnográfico para indagar en la memoria de los desastres en el campo, lo cual les dará entrenamiento en esta metodología de investigación antropológica y en la sensibilidad necesaria para trabajar con poblaciones vulnerables.
Los estudiantes seleccionados estarán cursando las clases de la Dra. Albán (Antropología Andina) y del Dr. Delgado (Antropología de la Costa). Los estudiantes participantes podrán aplicar los conocimientos teóricos a la práctica y ganar experiencia en investigación. Durante este proyecto, los profesores y los estudiantes de la USFQ conocerán la comunidad y el contexto para evaluar futuras posibilidades de investigación. De este proyecto se beneficiarán la comunidad de Don Juan, 10 estudiantes de la USFQ, Maja Jeranko, estudiante de UNC y los profesores de la USFQ Dayuma Albán y Florencio Delgado.
El objetivo general de este proyecto es contribuir a la construcción de la memoria colectiva de los desastres en una población de la costa Ecuatoriana afectada por el terremoto del 2016, la pandemia del Covid-19, el fenómeno del Niño, la Niña, para reflexionar en los riesgos y las estrategias futuras de manera comunitaria, para ello se realizarán actividades académicas, culturales, que incluyan a los miembros de la comunidad y a estudiantes y profesores de la USFQ. Este proyecto busca contribuir a al economía local mediante el uso y consumo de varios recursos locales (por ejemplo, vivienda, alimentos agrícolas de la zona y productos del mar). La mayoría de los residentes de Don Juan enfrentan la pobreza y el desempleo, por lo que mover la economía local es clave para la sostenibilidad de los hogares. Este proyecto además, busca el intercambio cultural de los estudiantes y la comunidad, así como la revitalización de la riqueza cultural de la zona (gastronomía, tradición oral, etc) y de la cultura rural de Manabí que es poco difundida y conocida en el país.
11. Ciudades y comunidades sostenibles
Objetivo 11: Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles
Documentar y reflexionar colectivamente sobre las experiencias que los miembros de la comunidad han tenido con desastres previos, es importante para que las personas de todas las edades de Don Juan puedan aprender y recordar las formas en que se han enfrentado estos eventos. Esto permitirá una experiencia de aprendizaje colectivo, que podría ayudar a las generaciones futuras a enfrentar de mejor manera eventos desastrosos, particularmente en entornos rurales empobrecidos y con limitado apoyo del estado.
Don Juan se encuentra en la provincia de Manabí y tiene aproximadamente 1000 habitantes. La principal fuente de ingresos proviene de la pesca, la agricultura y la prestación de servicios en residencias vacacionales cercanas. En 2016, Ecuador fue golpeado por un terremoto de 7.8 magnitud que destruyó la mayoría de las aldeas costeras. Además, la lluvia estacional, el cambio climático y la reciente pandemia continúan dando forma a la vida de las personas. Con este proyecto se busca contribuir a la economía de los hogares de familias afectadas por el terremoto, el cambio climático y la pandemia.
Don Juan es un pueblo rural, costanero, pesquero, pertenece al cantón Jama (el único cantón en el Ecuador sin parroquias). El pueblo tiene aproximadamente 1000 habitantes. La mayoría de los residentes se dedica a la pesca artesanal, construcción, limpieza y cocina en las urbanizaciones turísticas, y negocios pequeños (tiendas, comedores, venta informal). Don Juan cuenta con una escuela primaria, Bartolomé de las Casas, y una biblioteca comunitaria A Mano Manaba; el centro médico más cercano está ubicado en Jama. Don Juan fue afectado por el terremoto del 2016, que destruyó el 98% de la infraestructura en el cantón Jama. Debido al daño, tanto el estado como empresas privadas reconstruyeron casas e infraestructura básica. Don Juan ha vivido múltiples desastres como el terremoto, sequías, inundaciones y la pandemia del Covid 19. Este proyecto apoyará a la construcción de la memoria colectiva de los desastres naturales en esta comunidad para que en el futuro puedan elaborar estrategias de gestión de riesgos. La biblioteca comunitaria de la fundación sin fines de lucro A Mano Manaba, que trabaja con niños y jóvenes, se beneficiarán de la presencia de los estudiantes de la USFQ y su trabajo de voluntariado, quienes además podrían establecer contactos futuros. Este proyecto aumentará la visibilidad de Don Juan, que es un pequeño pueblo rural muy poco conocido para la gente de afuera de la región.
Con este proyecto, contribuimos a la economía local mediante el uso y consumo de varios recursos locales (por ejemplo, vivienda, alimentos, pesca). La mayoría de los residentes de Don Juan enfrentan la pobreza o el desempleo, por lo que mover la economía local fue clave para colaborar económicamente con los hogares de esta localidad. Además, contribuimos al intercambio cultural y revitalización de la cultura rural de Manabí que son poco difundida y subrepresentadas afuera de la provincia. A través de los talleres para la comunidad contribuímos a la reflexión sobre la importancia de la memoria colectiva acerca de los desastres para la prevención de riesgos y a la reflexión colectiva sobre la riqueza arqueológica, el patrimonio material de la zona y su conservación.
