La comunidad de Tumbaco solicitó apoyo de la USFQ para fortalecer el proyecto "Calle del Sabor y los Saberes". El proyecto busca apropiarse del espacio público de la parroquia de Tumbaco por medio de actividades culturales que incluyen murales, gastronomía, charlas de distinto tipo, eventos artísticos (conciertos, exposiciones, danza, obras de teatro, etc.), apertura de bibliotecas, lecturas de libros, clubes de libro, mingas, etc. Esto además redunda en una comunidad más segura, autoconsciente, justa e inclusiva. Se espera conseguir una reconfiguración relacional de los habitantes, así como una regeneración arquitectónica del sector. Tumbaco es una parroquia cuyo espacio público está copado por el comercio y que carece de actividades culturales públicas. Muchas, si no todas, de las actividades culturales ocurren tras los muros privados.
Reconfiguración relacional de los habitantes así como una regeneración arquitectónica del sector de Tumbaco.
4. Educación de calidad
Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos
3. Salud y bienestar
Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades
16. Paz, justicia e instituciones sólidas
Objetivo 16: Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas
Tumbaco es una parroquia cuyo espacio público está copado por el comercio y que carece de actividades culturales públicas. Muchas, si no todas, de las actividades culturales ocurren tras los muros privados. Por medio de este proyecto, que busca apropiarse del espacio público por medio de actividades culturales, se busca un relacionamiento nuevo de los habitantes entre sí y con su entorno. Por la amplitud de la temática, este proyecto alberga múltiples disciplinas y carreras de la USFQ. Además, puede incluir la colaboración tanto de profesores (con su experticia por medio de charlas in situ y lineamientos para el proyecto) así como de los estudiantes (por medio de prácticas preprofesionales).
De acuerdo al INEC, todo el valle de Tumbaco tiene alrededor de 178 000 habitantes. Dentro de todas las parroquias que conforman este valle, la de Tumbaco tiene alrededor de 63 000 habitantes, lo que la convierte en la más grande todas. Se podría decir que estas 63 000 personas son los potenciales beneficiarios del proyecto propuesto. "El origen de la palabra Tumbaco según el Presbítero Dr. José María Coba procede del vocablo ?tun? que quiere decir golpear, otros autores dicen que este fue el apellido del último de los caciques del lugar aunque esta aseveración no es aclarada por falta de documentos históricos. Se le atribuye a la indígena Cristina Tumaco, dueña absoluta de los terrenos de la parroquia y viuda de uno de los caciques de esta parcialidad, la donación de tres cuadras de terreno para que se realice la fundación del pueblo, en cuya primera cuadra se construye la iglesia y el cementerio, este último que se le prefiere hacerlo delante de la iglesia. No fue según leyenda que tiene visos de verdad de su propia y espontánea voluntad la donación sino que fue a insinuación y a fuerza de reiterados pedidos de los Padres Jesuitas, quienes tenían a cargo la Hacienda La Viña, según leyenda la tal Cristina Tumaco, fue la donante de las tres cuadras que más tarde fuera la floreciente población de Tumbaco." (Fuente: GAD Tumbaco); Los habitantes del sector se beneficiarán en términos de un relacionamiento más horizontal con el conocimiento y la cultura. Estos beneficios además redundan en una comunidad más segura, autoconsciente, justa e inclusiva. Por ejemplo, los distintos locales de comida podrían beneficiarse de un asesoramiento profesional del CHAT. Los usuarios de a pie podrían beneficiarse del disfrute y reflexión a partir de los eventos artísticos, charlas informativas, etc. promulgados en la calle.
Con actividades tan numerosas y constantes durante el año, esperábamos una mejor respuesta por parte del público. Más específicamente, esperábamos una mayor participación por parte de la gente que vive en las cercanías, así como al menos lograr que el local donde opera la librería pueda pagar a fin de mes el alquiler. Lo cierto es que esto no se ha dado del todo. En los domingos de cuentos infantiles, por ejemplo, Laura Montilla tiene que salir con un megáfono al parque de Tumbaco y ofrecer a los niños que participen entradas a Mini City o libros gratis. Sin este enganche, en realidad los padres de los niños de Tumbaco no les llevan a su niños a la tarde de cuentos. A su vez, mucha gente se ha llevado libros y no los ha pagado. Finalmente, sufrimos un robo de una computadora durante la noche de poesía/hip-hop. Por esta serie de circunstancias, pensamos que la comunidad de Tumbaco en realidad no se quiere vincular con el proyecto y, por tanto, mal haríamos nosotros insistiendo en ello.
