Academia Casa Somos
Las Casa Somos son lugares físicos administrados por el Municipio del DMQ a fines de fortalecer la cohesión social de los barrios donde están ubicadas. Este proyecto propone crear un espacio académico semanal en la Casa Somos de un barrio de Quito, como piloto para una posible expansión a otros barrios. Específicamente, se pretende brindar apoyo tutorial a colegiales y dictar charlas de divulgación científica a la población adulta del barrio. La Casa Somos en cuestión sirve al barrio de Cochapamba, parroquia Chaupicruz, noroccidente de Quito. El mecanismo de trabajo propuesto consiste en asegurar la presencia física de un profesor de la USFQ en la Casa Somos en un horario determinado cada semana, junto con estudiantes de la USFQ según sea requerido. Las tutorías y las charlas se alternarían semanalmente; ambos tipos de sesión durarían dos horas. Con este proyecto se espera aportar al desempeño escolar de los jóvenes y fomentar la educación continua en poblaciones mayores que habitan un barrio de ingresos medios ubicado dentro de una parroquia sumamente heterogénea en cuanto a distribución de ingresos. La necesidad de refuerzo académico en estas poblaciones es alta, ya que son familias en pleno proceso de movilidad social.
Proporcionar un espacio semanal de profundización académica abierto a colegiales y adultos mayores en la Casa Somos de un barrio de ingresos medios en Quito.
4. Educación de calidad
Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos
La pandemia ha tenido efectos perjudiciales sobre múltiples dinámicas cotidianas de los pobladores de Quito. Esta situación afecta especialmente a familias de ingresos medios o bajos, quienes carecen de suficientes medios para mitigar los impactos más acuciantes de la disrupción social resultante. En el ámbito educativo, se vislumbran importantes vacíos en la formación escolar de jóvenes. Los confinamientos forzados también han afectado a pobladores de la tercera edad, impidiendo o dificultando que lleven a cabo actividades de relacionamiento con otros, en detrimento de su calidad de vida. Las Casa Somos ofrecen un espacio físico apropiado para llevar a cabo actividades que aporten a minimizar la brecha educativa de escolares que no han tenido una buena experiencia pedagógica durante los años de pandemia. El espacio también sirve para la congregación de adultos que buscan la compañía de otros o la estimulación intelectual como mecanismo de respuesta ante el deterioro de su bienestar. Este proyecto propone aportar a una mejora en la calidad de vida comunal mediante la optimización del uso de infraestructura municipal existente.
Los usuarios o usuarios potenciales de la Casa Somos Cochapamba son personas de ingresos limitados, que si bien no viven en pobreza se desenvuelven en circunstancias de restricción generalizada. No se evidencia una disponibilidad de excedentes familiares que permitan la inversión en bienes o servicios más allá de los estrictamente necesarios. Los servicios de apoyo educativo, como tutores o profesores privados, están fuera de alcance para muchos, sino la mayoría. La escasez de fondos de libre disposición también impone limitaciones sobre la adquisición de servicios destinados al esparcimiento de personas adultas, en especial personas de la tercera edad, para las cuales existen en muchos casos necesidades especiales de movilidad. Las Casa Somos son espacios físicos de uso libre: su aprovechamiento no les cuesta a los pobladores del barrio correspondiente. A su vez, son espacios dignos, generalmente bien equipados, limpios, con facilidades de baño, etc. En otras palabras, las Casas Somos son espacios ideales para proporcionar apoyo a las comunidades urbanas, sin que ese apoyo sirva para ahondar diferencias o profundizar desigualdades sociales.; El proyecto tiene tres principales impactos sociales. En primer lugar, aportar a cerrar la brecha educativa que deja la falta de ambientes pedagógicos idóneos durante los años de pandemia. Se espera que los escolares que se acerquen a recibir tutorías mejoren su desempeño académico como resultado de la atención personalizada y atenta de un profesional en docencia, acompañado en ciertos casos de estudiantes universitarios. En segundo lugar, brindar oportunidades de educación continua a la población adulta interesada, especialmente pobladores de la tercera edad. Por un lado, se sabe que la estimulación intelectual aporta al bienestar cognitivo de la tercera edad, redundando en beneficios comunales medidos en términos de bienestar subjetivo (ie., felicidad). Por otro lado, la exposición a temas de cultura general y de divulgación científica resulta en una ciudadanía mejor informada. Se espera que las charlas de divulgación contempladas en este proyecto sirvan para incentivar a la población adulta del barrio a continuar su formación cultural, personal y profesional. En tercer lugar, el proyecto pretende optimizar el uso de espacios públicos destinados al bienestar barrial, mejorando de esa manera la eficiencia con la cual nuestra sociedad invierte sus recursos.