Los resultados de la Encuesta de Salud y Variables Nutricionales, ENSANUT 2012, sirven de base para conocer el estado nutricional de los ecuatorianos a nivel nacional. La prevalencia de sobrepeso y obesidad en el país es de 62.8%, mayor en las mujeres (65.5%) que en los hombres (60%); mayor en los quintiles económicamente superiores que en los quintiles inferiores, y mayor en las edades de 40 y 50 años. Al combinar el sobrepeso y la obesidad, los datos indican que las provincias más afectadas por el exceso de peso son Galápagos (75.9%) y El Oro (69.4%), seguidas por Guayaquil (ciudad), Carchi y Cañar, 66.8%, 67.2% y 65.7%, respectivamente. La ENSANUT 2018 confirma la presencia de sobrepeso y obesidad como un grave problema de salud pública, ya que las tasas de sobrepeso y obesidad a nivel nacional alcanzan al 64.68% de la población, mientras en la región insular de Galápagos llega a 67.74% y en la provincia de Manabi a 69.21%. La tendencia sigue incrementándose en mujeres a 67,62% y en hombres a 61,37%. Sobrepeso y obesidad, son dos factores o condiciones predisponentes para el incremento de disfunciones metabólicas (resistencia a la insulina, dislipidemia aterogénica, hipertensión arterial, disminución de la fibrinólisis, aumento del riesgo de trombosis, inflamación endotelial) que incrementan el riesgo de enfermedad cardiovascular. Si bien se desconoce cuál es la prevalencia de enfermedades cardiovasculares en las islas Galápagos, a continuación, revisamos, desde una perspectiva poblacional (Salud Pública), los datos recabados durante la primera brigada cardiológica realizada en el Hospital Oskar Jandl de Puerto Baquerizo Moreno, San Cristóbal, Galápagos, del 19 al 23 de marzo 2021. Un total de 232 personas acudieron libremente y por su propia decisión o iniciativa para recibir un chequeo cardiológico ofertado como parte del programa de vinculación con la comunidad de la Escuela de Salud Pública de la Universidad San Francisco. Según el reporte cardiológico, entre las personas examinadas (no se trata de una muestra estadísticamente representativa, pero si un sondeo orientador sobre la problemática), se encontró personas sanas y también pacientes portadores de factores de riesgo cardiovascular y enfermedades cardiacas entre las cuales están hipertensión arterial sistémica, arritmias, valvulopatías, cardiopatía isquémica e inclusive post operatorios tardíos de cardiopatías congénitas. La presencia de factores de riesgo cardiovascular como el sobrepeso, la obesidad, la escasa actividad física de los pobladores y las características de una dieta hidrocarbonada con ingentes cantidades de alimentos fritos (pescado, papas, arroz, patacones) y escasas verduras y frutas, nos habían motivado a pensar en la necesidad de un acercamiento cardiológico para establecer, con criterio especializado, la prevalencia de síndrome metabólico, hipertensión arterial, diabetes mellitus y el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. La patología cardiovascular que más se destaca es la hipertensión arterial, que alcanza a 38.8% de personas examinadas, sin embargo, se trata de una patología mucho más frecuente. Para demostrarlo, debemos restar 71 personas examinadas que no presentaron lesiones cardiovasculares (Chequeo cardiaco sin novedad), entonces el total de casos con diagnóstico cardiovascular se reduce a 161 personas, de las cuales 90 tuvieron el diagnóstico de hipertensión arterial, por tanto, esta patología afecta a 56.3% de los examinados. La segunda patología prevalente hace referencia a problemas de isquemia cardiaca, siendo 22 casos que representan el 13.75% de todos los pacientes con diagnóstico cardiovascular (22/161). Le siguen en orden de frecuencia los problemas de arritmia 7.45% (12/161) y valvulopatías 6.83% (11/161). El síndrome metabólico alcanzó 5% de casos. Las personas examinadas no representan a la población de Puerto Baquerizo Moreno, ya que no se tomó una muestra estadísticamente significativa de la población, por tanto, no es posible extrapolar o generalizar estos resultados, sin embargo, lo encontrado justifica e indica la necesidad imperiosa de complementar un diagnóstico cardiovascular y brindar la orientación correspondiente a cada paciente y sus familiares en prevención de mayor exposición a factores de riesgo y la necesidad de un esfuerzo mayor de promoción de hábitos saludables. Por lo expuesto, es importante conocer las condiciones nutricionales de la población adulta (mayor de 18 años), su nivel de actividad física, sus patrones de alimentación y hábitos de vida (consumo de tabaco y alcohol) y otros factores asociados con un mayor riesgo cardiovascular como: los niveles de colesterol, triglicéridos, LDL, HDL y glucosa en sangre total, presión arterial, obesidad y la presencia de antecedentes familiares. Las islas Galápagos se encuentran a más de 900 kilómetros del continente, por tanto, la distancia se convierte en un factor de aislamiento donde el consumo alimenticio depende de los procesos de comercialización y transporte, factores que influyen en el consumo de alimentos importados más que de alimentos de producción local, es decir, alimentos procesados, industrializados y ultraprocesados, más que alimentos frescos, no procesados o mínimamente procesados, de acuerdo a resultados recientemente publicados por Freire et al. El acceso y consumo de alimentos dependientes del ingreso económico son factores importantes que aportan a un estado nutricional específico, además, el nivel de actividad física de cada individuo, así como su condición biológica, son algunos de los elementos a tomar en consideración cuando tratamos de estimar la exposición a factores que ponen en riesgo la salud cardiovascular de las personas. La provincia insular de las Galápagos mantiene un problema presente, latente y evidente de gran magnitud, la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad, dos factores relacionados estrechamente con alteraciones cardíacas, vasculares y metabólicas como la hipertensión, la diabetes mellitus, las arritmias y el infarto cardíaco, entre otras. Esta relación ha sido diagnosticada con base en estudios antropométricos y brigadas cardiológicas que requieren complementación, tanto en el diagnóstico, como fundamentalmente en la prevención de las causas determinantes del riesgo cardiovascular.
